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Por: México Desconocido

Ocumicho, Michoacán, donde al Diablo se le moldea

Descubre, en Ocumicho, Michoacán, una de las expresiones artesanales más famosas de los purépechas: los diablos, que, en poses traviesas, son parte del imaginario modelado en barro.

 

 

Foto: México Desconocido

La habilidad e imaginación de la alfarería de los michoacanos no es novedad. Bastante conocidas son las piñas producidas en Patamban o en San José de Gracia, éstas han aportado un estilo muy particular que las distingue de la cerámica de otras latitudes del país. Pero sin duda una de las creaciones más fantásticas son las que se moldean en Ocumicho, aquí cada diablo es único, cada figura tiene un estilo propio dado por el artesano que los crea con sus manos expertas, acostumbradas a manipular el barro sin la utilización de moldes.

Orígenes del diablo

Se cuentan varias historias acerca del origen de esta tradicional manifestación artística. Del recuento de mitos están aquellos donde se dice que el diablo “recorría Ocumicho y molestaba a todos, se metía en los árboles y los mataba. Entraba en los perros y no hacía más que agitarse y gritar. Luego persiguió a la gente, que se enfermaba y enloquecía. A alguien se le ocurrió que había que darle lugares donde pudiera vivir sin molestar a nadie”. Esta es una de las causas por la que los pobladores comenzaron a hacer los diablos.

 

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